miércoles, 20 de septiembre de 2006

Madre que estás en los cielos

Muy interesante novela. Desgarradora a ratos. Me ha dejado pensando mucho, recordando hechos, momentos importantes de mi vida, de mi familia; en mis padres, en su historia, en todos los dolores que les he provocado, en las expectativas que ciertamente no logré cumplir, en fin, en tantas cosas que no siempre se tienen en cuenta, que no sopesamos adecuadamente.
Pero ese es otro tema y aquí importa esta obra, la primera novela de Pablo Simonetti -se huele un fuerte contenido autobiográfico- que nos cuenta la historia de Julia Bartolini, una anciana con un cáncer terminal que decide contar su historia, en vez de someterse a tratamientos que le pudieran alargar un poco más su vida pero perder esa posibilidad única de recordar, como una forma de redimirse y de que sus hijos -con algunos de los cuales tuvo serios problemas, más por imposición de su marido que por iniciativa propia- supieran de primera fuente las verdades que todos atesoramos y que muchas veces nos llevan a tomar decisiones que parecen no tener explicación.
Inmigrante italiana, conservadora y mojigata -como buena parte de nuestra sociedad- la protagonista se nos muestra como un personaje creible, coherente, identificable, que recorre buena parte de su historia, mezclada con los acontecimientos históricos más importantes de las épocas que cubre su relato, dándose a conocer con todas sus debilidades, los errores que hoy reconoce -producto más de su miedo a enfrentar los problemas que a un mal juicio- y las influencias que tuvieron sus padres y sus problemas en sus relaciones posteriores.
Ella desea por sobre todo entrar en la muerte sin miedo y sin culpa y el relato que hace de su vida debiera responder a la interrogante que la atormenta de cómo se gestaron en su familia rencores tan hondos y separaciones insalvables a pesar de haberse entregado en cuerpo y alma para lograr lo contrario. Y en esto Simonetti hace un buen trabajo, muy sólido en la descripción de situaciones de tensión emocional -imposible no acordarse de Vidas vulnerables- y en la forma en que éstas quedan grabadas a fuego en la mente de la protagonista.
¿Por qué ha tenido tanto éxito de ventas en Chile esta novela? Creo que es fácil saberlo, ya que en cierta forma la historia de Julia Bartolini es la de muchas hijas/esposas/madres/abuelas chilenas, los dolores, las pérdidas, los errores, los temores de unas y otras son semejantes, lo que permite reconocerse en la obra de Simonetti, la historia de Julia es reflejo de buena parte de nuestra sociedad y de la forma de ser del chileno, algo que no escapa al buen ojo de este autor.

martes, 5 de septiembre de 2006

Vidas vulnerables

Muy entretenidos estos cuentos de Pablo Simonetti, escritor chileno (en realidad ingeniero civil con postgrados varios en Chile y en el extranjero) que recién empieza a hacer sus primeras armas literarias por el año 1996, con la publicación de varios cuentos, entre ellos su famoso Santa Lucía, que forma parte de este volumen. Hace sólo dos años publicó su primera novela, "Madre que estás en los cielos" (la tengo, así que creo será mi próxima lectura), con muy buena acogida, tanto de la crítica como de los lectores.
Todos los cuentos tiene una línea común que los guía; la fragilidad de la vida interior, de los secretos, de los sentimientos, la vulnerabilidad que se experimenta cuando se abre la puerta de este interior, el sentirse débiles, en fin, este libro ahonda muy bien en estos aspectos, Simonetti demuestra gran sensibilidad para captar estas situaciones y exponernoslas de una manera a veces cruel, cruda quizá pero real, creible.
"Santa Lucía" es un excelente ejemplo, nos muestra un verdadero drama por mantener las apariencias que esta sociedad nuestra tanto venera y cultiva. Un matrimonio con una hija pequeña arriendan un departamento al frente de nuestro querido cerro Santa Lucía, que siempre ha tenido mala fama, sobretodo por las noches. El protagonista -un homosexual reprimido, condición que su esposa conoce o al menos instuye- se interna una noche en el cerro con el claro propósito de dar rienda suelta a sus impulsos, conseguido lo cual -en esa noche lluviosa- aparece la culpa y el remordimiento, y la soledad y el miedo. Volver a su departamento, fingir una caída producto de la lluvia, tratar de salir incólume de esa difícil situación se torna una tarea inalcanzable, que culmina en un verdadero drama, muy bien relatado por Simonetti.
Muy buenos -a mi parecer- son también los relatos "Bodas de oro", "Amor virtual" y "Peter Faraday", que recrean situaciones con una fuerte carga emocional. La vida siempre nos muestra (y demuestra) lo vulnerables que somos, lo necesitados de afectos y la debilidad inherente al ser humano.
En resumen, muy buenos cuentos, con temáticas muchas veces silenciadas, de gran fuerza y perturbadores en su gran mayoría. Recomendables.