martes, 22 de mayo de 2007

La música del azar

Otra espléndida novela (del año 1990) de Paul Auster, el famosísimo y prolífero escritor norteamericano, llamado a constituirse en uno de los grandes de las letras del gigante del norte. Aunque debo reconocer que me gustó más la anterior que leí de él (La Noche del Oráculo), también se percibe en ésta una gran imaginación y una facilidad pasmosa para escribir, una soltura en su pluma que hace de la lectura de sus obras una experiencia muy agradable, con ganas de seguir leyendo hasta acabar la novela de turno.
La historia se centra en Jim Nashe, un bombero que no ha sido tratado con especial cariño por la vida (tampoco él ha ayudado mucho, sin duda). Cuando es abandonado por su mujer -y luego de haber recibido la herencia de su padre ausente- (no hay mal que por bien no venga, dicen por ahí), se lanza a una vida loca, sin ningún compromiso más que viajar en su moderno automóvil por todo EE.UU., huyendo de todo y sobretodo de sí mismo.
Luego de casi un año en esto recoge en una autopista a un joven malherido, Jack Pozzi, que resulta un tiro al aire, otro tipo solitario que se gana la vida como jugador de póker. Y en este momento empieza realmente la novela. Si alguien se acuerda de la famosa serie televisiva de los '60 y '70, "La dimensión desconocida", me entenderá enseguida si le digo que lo que sigue se asemeja a las historias de esa espectacular serie.
Nashe y Pozzi se asocian para tratar de dar un gran golpe en una partida con unos excéntricos millonarios. Como a Nashe ya poco le queda de la herencia (algo le ha dejado a su pequeña hija) no le parece muy loca de idea de financiar al frágil e iluso Pozzi, convencido de su bondad como jugador.
Ya cuando ingresan a la mansión de estos dos millonarios, donde se escenifica la partida -que no aparecen como una gran amenaza- el azar y la causalidad empiezan a jugar un gran papel, que conducirá a los protagonistas por insospechados caminos -de aquí la alusión a la dimensión desconocida- por donde deberán transitar sin conocer a dónde los conducirán ni con qué se deberán enfrentar.
Auster logra crear una gran atmósfera, la tensión va in crescendo, la enajenación de los personajes principales también, lo que hace vislumbrar que la situación no acabará muy bien, lo que evidentemente deberá descubrir el lector. Muy entretenida, recomendable para estos días de otoño, ya que como la contaminación nos ahoga, nada mejor que quedarse en casa con una buena novela.
Como dato anexo, en el año 1993 fue llevada al cine, con el mismo título (The Music of chance) y con James Spader en el papel de Jim Nashe.