viernes, 21 de noviembre de 2008

Almuerzo de vampiros

Muy buena, ésta la última novela de Carlos Franz, muy entretenida, con un lenguaje no apto para abuelitas eso sí (por este motivo no se la recomendaría a mi madre), pero muy ágil y convincentemente construida, que da gusto leerla.

De de autor sólo había leído -y hace muchos años razón por la cual no aparecía en este blog- "El lugar donde estuvo el Paraíso", del que guardo gratos recuerdos. Pero esta novela es otra cosa. En la contratapa aparece una frase de Carlos Fuentes, el genial escritor mexicano, que dice textualmente: "Otra vuelta de tuerca sorprendente en la obra de Carlos Franz, que nos confirma que éste posee una voz nueva, poderosa, creativa y comprometida con la palabra" que retrata en gran medida lo que es esta obra. Al concluirla uno no puede sino encontrarle toda la razón a Carlos Fuentes.

Pero contemos algo de "Almuerzo de vampiros" -que ganó recientemente el Premio Mejores Obras Literarias 2008, género novela publicada, del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes- para entusiasmarlos con esta novela que tanto me gustó.

El narrador -y protagonista principal- se reúne a almorzar con un antiguo compañero de colegio, quien para estos efectos adopta el nombre de Zósima y comienzan a hacer recuerdos del pasado (frecuentemente me pasa lo mismo, podría agregar yo, al reunirme con antiguos compañeros), hasta que Zósima -un excéntrico y peculiar personaje- cuenta que creyó divisar a un entrañable y carismático profesor de secundaria de su época escolar, en el INBA, quien influyó poderosamente en ambos.

Víctor Polli, que así se llamaba el profesor de Lengua y Humanidades, como gustaba que se calificara a su clase de Castellano, despertó antiguas heridas y rencores en el protagonista-narrador, que lo llevaron a relatar a Zósima en ese largo almuerzo en un conocido restaurant capitalino una impresionante historia que lo tiene de protagonista junto a un extrañísimo "maestrito" muy similar al profesor Polli. Esta historia se desarrolla en plena dictadura, cuando el protagonista-narrador trabajada en un radiotaxi por las noches de toque de queda en nuestro país bajo el régimen pinochetista.

En estas circunstancias conoce a un grupo muy pintorezco -donde estaba el maestrito- que vivía de noche persiguiendo un sueño alocado e irreal, en el cual encajó como pudo el narrador, comenzando con una vida ajena y distinta, pero donde también aprendió y mucho de la naturaleza humana. Y también se enamora de la joven prostituta del líder del grupo, Lucio, lo que por supuesto le trae consecuencias imprevistas, no así para el maestrito.

No deseo ahondar en más detalles. Es en síntesis una excelente novela, reflexiva (Zósima con sus habilidades peculiares permite mirar el pasado con otros ojos), con mucho humor, gotas de emoción y entretención asegurada. La recomiendo con mucho gusto.

lunes, 10 de noviembre de 2008

El caso Neruda

Esta, la última novela de Roberto Ampuero -que se está vendiendo muy bien en la Feria del Libro, la que cuenta además con la presencia del propio autor- es fiel continuadora del estilo tan característico del afamado escritor chileno, ese que mezcla la historia reciente de nuestro país -la dictadura con sus horrores y el exilio de tantos compatriotas- con las pasiones tan propias de sus personajes, tan intensas como sólo los que están sometidos a situaciones extremas pueden tener. "El caso Neruda", recién editada, agrega ahora un ingrediente extra, cual es la vida de nuestro más importante poeta y sus mujeres, en sus últimos días de vida, ocurrida en ese fatídico septiembre de 1973.

Pero además Ampuero nos presenta una nueva aventura de su personaje estrella: Cayetano Brulé. El investigador privado de origen cubano que, aquí se explica, adopta esa actividad gracias a Neruda, el que le encomienda una misión secreta en el convencimiento que la vida no es más que una sucesión de representaciones, en que cada cual se disfraza según la conveniencia y la oportunidad, y ahora le tocaba disfrazarse a Cayetano de Detective.

Pero nos adelantamos un poco. La historia central se desarrolla en el hermoso e inquietante Valparaíso, en el invierno del año 1973, donde ha buscado refugio Neruda, aquejado de una cruel enfermedad. En esas circunstancias Neruda conoce a Cayetano Brulé y lo conmina a disfrazarse de detective privado, al mejor estilo de Maigret, el legendario personaje policial creado por Simenon (entre paréntesis, esto me hizo recordar todas las novelas policiales de Simenon que leí en la playa, hace muchos años atrás, en mi primera juventud, unas 20 en total), para que ubicara a un cierto personaje, un doctor apellidado Bracamonte, que conoció en la década del '40 en Ciudad de México. Demostrando toda su ingenuidad, Cayetano Brulé pensaba que Neruda buscaba a aquel doctor como último recurso para seguir viviendo, mas la realidad lo llevó a descubrir la verdadera motivación del encargo, dar con la bella esposa de Bracamonte, Beatriz, una antigua amante del poeta, y dilucidar lo que angustiaba los postreros días del Nobel chileno.

Pero la empresa de ubicar a Beatriz se complica, de México sus escasas huellas lo llevan a Cuba, luego a la extinta RDA y de ahí a la sierra boliviana, siguiendo un delgado hilo que lo lleva finalmente a Santiago en vísperas del golpe de Estado del 11 de septiembre. Entretanto, Cayetano le comunica sus avances al poeta que espera con ansias noticias que le permitan descansar en paz.

La vida amorosa del poeta es revisada, sus continuas rupturas y alejamientos de sus amores de turno para escapar con otra, se convierten en sus inspiraciones, la institucionalidad violada, Allende puesto en una encrucijada, los generales desleales, el desabastecimiento, el fin de la democracia, todo pasa frente a los ojos de un joven Cayetano Brulé quien cae también víctima de la represión post 11 de septiembre.

Si bien es cierto que entretiene, no creo que esté a la altura de otras de sus entregas. No me pareció del todo sólida (incluso se dejan ver algunos deslices por ahí), no me confortó conocer la historia de Cayetano Brulé, lo tenía en mejor estima sin saber su historia y no me pareció del todo correcto sacar tantos detalles de Neruda al sol, aunque sean novelados. Pero bueno, es una novela que demuestra el oficio de Ampuero, y para sus fanáticos está más que bien.