sábado, 24 de octubre de 2009

La contadora de películas

La última novela de Hernán Rivera Letelier. Adivinarán que se desarrolla en la pampa salitrera, como todas las otras novelas de este autor chileno. No negaré que entretiene, pues Rivera Letelier se ha convertido en un buen contador de historias, pero creo que ya merecemos otra temática, otra atmósfera (ya sabemos todo del sufriente mundo de la pampa), en fin, otro mundo del que estoy seguro este autor puede crear. El hilo se ha estirado mucho y ya no es novedad otra historia ínfima -en el sentido que bien podía ser un capítulo cualquiera de cualquiera de sus otras novelas y pasaría muy bien- de la pampa, con giros a otras de sus novelas y personajes.

Pero bueno, vende bien y tiene lectores cautivos -entre los que me cuento- aunque agradecería enormemente una novela distinta. Contemos algo de lo que se trata "La contadora de películas", breve novela que se lee de una sentada.

María Margarita, hija menor de un minero inválido tiene como una de sus entretenciones favoritas, al igual que sus hermanos y todos los habitantes del campamento, asistir a las funciones de cine donde dan las películas de las estrellas de la época. Como no siempre hay el dinero para que pudieran ir todos los hermanos, se resuelve que irá uno solo el que posteriormente contará con pelos y señalas la película al padre y hermanos, previo concurso para elegir quien hará ese papel.

Como se imaginarán, María Margarita vence y se convierte en la contadora oficial de películas, con tanta fama que llegan a escucharla de todos los rincones del campamento, cobrando entrada por su "arte". Se cree el cuento la niña.

La novela es poco más que esa anécdota. La madre de la protagonista los abandonó a todos hacía pocos años. Mucho menor que su marido inválido, poco la ataba a ese campamento. Como siempre sucede en las novelas de Rivera Letelier, las tragedias siempre llegan. Se muere el padre y su frágil familia pierde el único sostén y se desintegra. Poco hay que esperar de la suerte de esta chica que se está conviertiendo en mujer, salvo las desventuras típicas del desierto.

En resumen, otra entrega de la interminable saga de novelas de la pampa en que se demuestra una vez más el oficio del autor pero asimismo una falta de imaginación atroz. Eso sí, entretiene en su liviandad.