martes, 27 de febrero de 2007

Ciudadano en Retiro

No, no es que desee retirarme de la vida ciudadana; éste es el título de la segunda novela de Alejandra Costamagna, joven autora nacional, de la que había leído sólo un cuento, incluido en esa entretenida recopilación de relatos denominada "Relatos y resacas" (1997).
Aunque tendré que decir que esta novela no me dejó un buen sabor de boca. Es muy oscura, deprimente, más de lo indica la dura realidad a la que vemos enfrentados día a día.
La autora nos cuenta la historia de Adrián Romero, un ex presidiario, que purgó una condena por asesinato (quizás muchos habríamos hecho lo mismo en la piel del personaje principal), el que decide instalarse en Retiro, una localidad perdida y decadente, con el único mérito de ser el lugar donde nació su padre. ¿Por qué Retiro? Para escaparse de Santiago y tratar de dejar atrás el recuerdo de Agustina, su esposa, de la que perdió contacto desde que cayó en la cárcel.
En Retiro se instala con una taberna o bar, de antigua tradición, convencido de que así podría hacer una nueva vida, de tener el control de una clientela mansa y decadente, acostumbrada a que la embriaguen, a sentirse alguien, pues conviene decir que la vida no fue muy pródiga con este personaje, sin mayores ambiciones, solitario y desarraigado, sin mayor contacto con su escasa familia, en fin, todo un ermitaño.
La cárcel y luego Retiro acentúan una visión pesimista del mundo, lo hacen retrotraerse, lo convierten en un hombre frío, distante y permanentemente acosado por el recuerdo de su mujer y no logra encajar en la cotidiana decadencia de ese pueblo. Se hace cada vez más evidente su condición de "extranjero" hasta que la situación estalla de la peor -y previsible- manera, lo que lo obliga a abandonar ese perdido pueblo.
Quizás así sea la angustiante soledad de un personaje tan oscuro como este Adrián Romero; la exclusión a la que es sometido (de la que no rehuye), el fuerte rechazo que provoca; la ausencia de afectos, la muerte como una salida digna; todo lo cual configura una novela negra, oscurísima, que deja aturdido pensando en las extrañas circunstancias que pueden hacer caer en tales condiciones.
Sin dejar de aceptar que está bien escrita, que tiene buen ritmo narrativo, fluida y clara, no me nace recomendarla, deja una sensación rara, como que da rabia y pena, deprime, en una sola palabra.

1 comentario:

Elisa de Cremona dijo...

pa' variar ni idea de su libro... algo he oído de sus historias, pero no he leído nada.
espero tus freakedades!