Esto es para fanáticos de Borges o borgeadictos. Producto de otro regalo de cumpleaños (es fácil hacerme regalos al parecer) llegó a mis manos el libro "El señor Borges", un libro biográfico que cuenta aspectos de la vida normal de ese genial escritor argentino. En palabras del autor, Alejandro Vaccaro, este "es un libro sobre la cotidianeidad del hombre que creó algunas de las mejores páginas de la literatura en español".
Basado en conversaciones -de más de 15 años- que el autor sostuvo con Epifanía Uveda de Robledo, Fanny, la mucama o empleada doméstica de Borges que lo acompañó por más de 35 años y en estudios propios (Vaccaro es presidente de la Asociación Borgeseana de Buenos Aires), esta obra nos muestra al Borges-hombre, que poco puede separarse del Borges-escritor, del Borges-personaje.
Y no se trata de intimidades o secretos de la familia de Borges, por el contrario, se trata de la semblanza de un hombre normal, tranquilo, rutinario, de gustos sencillos, amable, sin poses. Fuertemente atado a su madre centenaria, el más célebre de los autores que no alcanzó el Nobel, ciego por largos años, se muestra a través de los ojos de Fanny como un hombre muy culto e inteligente, intransigente en muchos aspectos, lúcido, chispeante y ocurrente y con una memoria prodigiosa, que lograba mostrarle el mundo como no lo podían hacer sus ojos.
Muchas personas y personajes desfilan a lo largo del libro, sus grandes amigos y colaboradores, traductores y editores, libreros, estudiantes y sobre todo admiradores. Salpimentado con sabrosas anéctodas, el texto se deja leer con interés. No es necesario conocer de Borges para disfrutarlo.
Qué cosas me llamaron la atención. En primer lugar, la sencillez de Borges. Eso de no creerse el cuento (decía que sus libros se vendían tan bien por que la gente no los leía; los regalaba). Otro detalle que me sorprendió: que no le gustase tener radios o equipos de música, ni para informarse del acontecer diario. Le gustaba sobremanera que le leyesen y así se enteraba de lo que sucedía a su alrededor, aunque no de todo. Sorpresas poco gratas también encontré (debido a mi falta de información y, en útimo término, a que no soy ciudadano argentino): la aparición de María Kodama y su muerte lejos de su patria y sin respetar sus deseos, tantas veces enunciados en vida.
1 comentario:
muy interezante, me gustas estos intentos de "humanizar" a estos grandes personajes, ya que uno puedo conocer a una persona mucho mas tangible ke con solo su obra.
buena reseña.
saludos de tu hijo.
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