Sólo hace una semana que lo he podido tomar en brazos, 7 días en que ha tenido que respirar por sus pulmones, tomar leche (materna y de la otra), llorar poquito y dormir mucho. Hace sólo una semana que nació Tomás Emilio, el 24 de enero en la madrugada (0:59 hrs.), pesando más de 4,2 kilos, grande como sus padres, con 54 cm. de altura. Con unas manos grandes de dedos largos y unos ojitos muy vivos y lindos, que miran sin ver aún pero que transmiten mucha ternura y amor.
Aunque aún no recupera todo su peso, se ve cada día más grande, más rellenito, sonríe mucho (lo que sin duda son muecas provocadas por chanchitos o cólicos, se ve muy lindo sonriendo) y responde a las torpes canciones de cuna que le canto, quedándose quietito mientras lo mezo en mis brazos.
La mamá, Katia, cada día se siente mejor, muy pero muy feliz de acariciar y mimar a Tomito, trabajando sin descanso en los cuidados propios de un recién nacido, recibiendo agradecida la poca ayuda que le puedo brindar.
Todos felices con Tommy. Los abuelos chochos, sus hermanos muy contentos y felices con la esperada llegada de Tomás, aunque Diego no lo ha podido conocer personalmente, pues sigue de vacaciones por el sur. Sí lo ha visto por las fotos que subí en Facebook y por videochat. Está muy ansioso de verlo. Gabriela, en tanto, lo tiene cerca desde su llegada a la casa y se ha portado muy bien, dándole mucho cariño a su hermano chiquito.
Se despierta como un relojito para sus papas, primero se mueve mucho -queda atravezado en la cuna- y luego empieza a alegar un poco. Cuando llega la hora, mueve su cabecita de lado a lado buscando su tetita, hasta que hay que tomarlo en instalarlo. No es fácil que comience a mamar, pero cuando lo logra toma su ritmo y no hay quien lo pare por los próximos 25 a 30 minutos hasta que el sueño lo vence. Luego, toma su relleno y queda lona, hasta que todo el proceso se repite a las tres horas.
Feliz con la llegada de mi tercer hijito biológico. Gonzalo, mi primogénito, todo un hombre de 20 años, ya en tercer año de ingeniería; Diego, con 12 añitos, es un niño aún, lleno de magia y amor, y ahora Tomás, de sólo unos días, completa de trilogía de varones. ¡Falta sólo uno para el equipo de babyfútbol!
3 comentarios:
Felicidades!!!!
por millón
jajajajaj claramente tamos pa jugar a la pelota XD... bueno, reitero mis felcitaciones y ojala ke este nuevo hijo solo te traiga felicidad.
saludos ^^.
Me encantó el Tomy, me recuerda mucho al Dieguito cuando era guagua, te felicito de verdad, es un guatón rico que espero poder conocer.
Felicitaciones de verdad
Yve
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