La última novela de Hernán Rivera Letelier, "Romance del duende que me escribe las novelas" me dejó un sabor más amargo que dulce. Rivera Letelier es uno de mis autores predilectos, me gusta su prosa sencilla, cercana, sin estridencia. Estos atributos -atributos para mí- los conserva en parte en esta novela (presentada recién en la Feria del Libro de este año), aunque la historia es demasiado simplona, débil. Me atrevería a decir que es un libro gestado más por intereses comerciales (quizás motivado por contratos con su casa editorial) que por inspiración duendística, parafraseando al propio autor.
Es esta novela una suerte de memoria, en la cual el autor evoca su mundo infantil, su dura niñez en la salitrera Buenaventura. En la soledad de la pampa este niño encuentra a su duende, quien -a través de sabios consejos- lo impulsará a perseguir sus sueños y le enseñará que, con convicción y perseverancia, se puede vencer el destino.
Demasiado ingenuo a veces, se hace adecuado para lectura infantil. Incluso se lo recomendé a mi hijo chico (El cuenta cuentos) pues tiene esa magia que tanto le gusta a él y que expresa en sus pequeños cuentos. Una cosa eso sí, través de las pequeñas historias de esta novela, uno recuerda parte de sus otras obras, en un recurso "garciamarquista", que se agradece.
No se puede decir mucho más de esta obra. Se lee muy fácilmente -media tarde- y quizás también se olvide con rapidez.
Aunque esos breves momentos nos retrotraen a nuestra infancia, a juegos infantiles (el hachita y cuarta), a hermosos e ingenuos sueños, a nuestros primeros amores, lo que se agradece. En síntesis, adecuada para una lectura sin pretensión, que de seguro no será recordada entre las buenas novelas de este autor, que dicho sea de paso, no salió electo diputado por el distrito 4 (Antofagasta, Mejillones, Sierra Gorda y Taltal) en nuestras recientes elecciones parlamentarias.
1 comentario:
Sí, me lo temía. Me he devorado todos los libros de Letelier, me gusta mucho su forma de narrar, el mismo hecho de que hable desde sus vivencias hace que confíe plenamente en como describe la vida pampina. Esos traslucidos encuentros entre sus novelas que las hacen ser parte de una telaraña muy entretenida.
Creo que para contarnos su vida prefiero "Himno del angel parado en una pata". Cuando leí la parte posterior de "Romance ...", muy salamera y terminando con esa frase "... Una obra que impulsará al lector a evocar sus más entrañables sueños de infancia. ", presentí que no me gustaría mucho y por eso no la compré.
Quizás algún día lo haga
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