domingo, 20 de diciembre de 2009

Mil grullas

Otra novela de Yasunari Kawabata, la tercera que leo en poco más de dos meses del mismo autor. Si bien la segunda no me gustó mucho (En el lago), ésta se acerca mucho a la primera, que me encantó (Lo bello y lo triste).

El simbolismo japonés, las tradiciones tan arraigadas en la población, la importancia de las ceremonias -entre otras, la del té, como en esta novela- quedan extraordinariamente plasmadas por la pluma de Kawabata y son una verdadera atracción para nosotros los occidentales. O por lo menos, para mi, pues me cautivan. Además, este autor es maestro en describirlas, lo que se agradece. Las imágenes, los olores y la belleza casi se palpan de tan reales que se nos muestran que es todo una delicia.

La ceremonia del té es un rito con muchos fines, o más bien, se desarrolla en una múltiplicidad de situaciones, algunas cargadas de fuerte erotismo, ý cuyos cultores la transmiten de generación en generación. Los tazones y los utencilios son verdaderas reliquias, los que se van heredando o transmitiendo de familia en familia.

Pero por qué tanto preámbulo relacionado con está ancestral ceremonia. Pues es parte vital de la trama de esta espléndida novela. El padre del protagonista, Kikuji, era un consumado maestro de esta ceremonia, que compartía con sus amantes. A la muerte de aquél, Kikuji recibe una invitación a participar de una de estas ceremonias, organizada con la intención de buscarle novia.

Chikako, una oscura mujer, ex amante de su padre, comienza a inmiscuirse en la vida de Kikuji. Ella es la organizadora de tal ceremonia, en la casa de la señora Ota, una mujer que tendrá gran protagonismo -junto a su hija- también una antigua amante de su padre.

Las intrigas, las mentiras y engaños se suceden, desgracias varias suceden, con muertes incluidas, todo alrededor de la figura, frágil más bien, de Kikuji, que vive aún a la sombra de su padre y de sus relacioines amorosas. Mucho tiene que ver la despiadada señora Chikako.

En síntesis, una gran novela, deliciosa para los sentidos, de uno de los autores clave de la narrativa japonesa contemporánea.

1 comentario:

Gonzalo Araya dijo...

probablemente lo comente en las 2 entradas anteriores, no soy fan ni de las novelas muy descriptivas ni con nada que tenga que ver con el oriente... me siento cómodo con nuestras tradiciones o no tradiciones occidentales y las demás no me producen el mínimo interés XD. En too caso, muy articulo.

Saludos y Feliz Navidad waton.